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8 mar 2010

Un abogado pide al TSJM que se tenga en cuenta al testigo en una operación tras la cual se quedó un joven en coma

El joven que se quedó en coma hace 20 años después de someterse a una operación de cirugía de nariz:

El abogado de la familia de Antonio Meño, ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que se tenga en cuenta la aparición, después de tantos años, de un médico que estuvo en la intervención y cuya declaración pone de manifiesto que la familia, que todavía no ha sido indemnizada por los hechos, tenía razón al considerar que había habido de por medio una negligencia médica.
Los padres del joven, Juana y Antonio, llevan más de ocho meses viviendo en plena calle, en la plaza de Jacinto Benavente, frente a una de las dependencias del Ministerio de Justicia, para exigir, precisamente, "justicia" con el caso de su hijo. Después de 20 años de litigios, están a punto de perder su casa y, además, se les obliga a pagar unas costas millonarias.


Sin embargo, hace poco más de un mes apareció en su vida uno de los doctores que estuvo presente en la intervención quirúrgica y cuyo testimonio podría cambiar el rumbo de la historia de los Meño, puesto que sus palabras vienen a afirmar todo lo denunciado por los padres en su día, que aunque en un principio fue admitido, después varios jueces lo fueron rechazando.


En su declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press, el doctor explica que durante la intervención observó que en el monitor de frecuencia cardiaca del quirófano se producía "una alteración de ritmo cardiaco", por lo que lo comentó a sus compañeros y llamaron a la auxiliar de clínica circulante "ya que no se encontraba en quirófano el anestesista".


Según relata, el anestesista, pieza clave en los juicios anteriores porque la familia estaba convencida de que su trabajo tuvo mucho que ver con el estado en el que se quedó su hijo, estaba en otro quirófano y llegó "al cabo de unos minutos" cuando pudo comprobar que el tubo de la máquina a través de la cual respiraba el paciente estaba desconectado.


"El anestesista en este momento exclamó '¡Dios mío, se ha desconectado'", declara el doctor, que, a renglón seguido, manifiesta que el propio anestesista "inmediatamente" conectó el tubo a la máquina y comenzó a ventilar al paciente con oxígeno puro. "Posteriormente, le intentó despertar, cosa que no consiguió", añade.

El doctor explica que declara esto ahora porque no supo la verdad de lo sucedido hasta que un día, paseando por la calle, se encontró con la casa ambulante de la familia Meño. Él, hasta entonces, tenía entendido que el doctor que dirigía la operación había sido absuelto y que el anestesista había sido condenado, y que, además, habían recibido indemnización económica para paliar los daños.


Según explicó a Europa Press el letrado de la familia, esta declaración "abre las puertas a un recurso de revisión que tirará por tierra cuanto ha sido hecho en el proceso de Juana faltándose a las más elementales reglas de la ética y de la verdad".


De hecho, este recurso de revisión ya ha sido anunciado ante el Tribunal Supremo, pidiendo a las demás partes que retiren las costas e invitándoles a una solución amistosa "con el fin acabar con el sufrimiento que la familia Meño lleva padeciendo desde hace más de veinte años".

22/02/2010

F. Información.

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